10 mayo 2008

LA ETICA Y LAS ORGANIZACIONES

Relaciones Persona - Sociedad


La persona forma parte de una sociedad y juntos conforman la cultura de su país, región, ciudad, entre otros.

El ser humano tiene dos dimensiones: individuo en sociedad y persona en relación. Individuo y persona no son dos partes de su ser ni forman dos realidades. El ser humano es individuo y es persona en la unidad de su ser. Se manifiesta como individuo dentro de una sociedad como ser-en-el-mundo y ser-con-los-demás (Heidegger). Su individualidad echa sus raíces en la corporalidad de su ser espacio-temporal. No puede surgir a su plenificación y realización sino aprovechando lo que le rodea y el tiempo que vive.

Por otra parte, su realidad personal trasciende su dimensión sensible e histórica y le permite constituir su conciencia primordial o auto-presencia, a la cual corresponde la libre auto-determinación de su voluntad. No sólo existe sino persiste a lo largo de los cambios espacio-temporales. Esto se explica porque la persona subsiste, esto es, existe en-sí mismo, en la realidad histórica, a lo largo del tiempo y a lo ancho del espacio.El ser humano es un espíritu encarnado, cuyo ser constituye una fuente de unidad dinámica y de unificación interna, que llamamos persona. La persona significa interioridad propia, existencia en sí misma, permanencia trascendente, que recoge el pasado y adelanta el futuro en el presente de su conciencia racional y de su voluntad libre.A diferencia de las plantas y los animales, traspasa las fronteras de su interioridad propia hacia la interioridad de los demás seres humanos, en la expansión y la comunicación del conocimiento y del amor. Así, establece con los demás un horizonte común, a través del diálogo propiamente humano, fundado en la verdad y el bien.Quienes dialogan en una auténtica comunicación se basan en la sinceridad de la verdad y en su voluntad de bien, al tiempo que buscan mayor verdad y mayor bien (Marcel). Por ser yo una persona y por comunicarme conmigo mismo, tiendo a comunicarme con los otros, en busca de mayor verdad y bien.La comunicación auténtica establece un horizonte común entre los dialogantes y unifica su mismo ser. Se trata no sólo de un intercambio de ideas sino de una comunicación de interioridades personales, de una participación mutua de su ser. De este modo la comunicación humana modifica a las personas y enriquece sus valores. Por eso, podemos decir que resulta natural a las personas establecer la comunicación, el diálogo y el mutuo perfeccionamiento. Podemos entonces afirmar que la persona exige por naturaleza vivir en sociedad.

El ser humano exige asimismo vivir en sociedad por su naturaleza biológica, ya que todo individuo nace de una pareja en una comunidad. Ya desde los cuatro meses y medio oye desde el seno materno los sonidos de su entorno (Tomatis). A una hora de su nacimiento, el bebé es capaz de localizar mediante el olfato el seno materno que lo alimentará. Su vista, al captar la maravilla de la luz, pronto le da a conocer su entorno, en el cual se irá ubicando y sobreviviendo. Si fuera abandonado, el pequeño sucumbiría ante las carencias y los peligros que le rodean. El ser humano nace, crece y se desarrolla dentro de la familia y la comunidad humana.

Otro aspecto del desarrollo del ser humano es el nivel lingüístico y psicológico. Mediante sus sentidos, desde pequeño capta las señales y los signos que le abren el mundo de los valores humanos, comenzando por el cariño materno y familiar, y culminando en su autonomía personal y su ubicación en la sociedad.
Las necesidades físicas son otro motivo de la socialización del ser humano, cuyo origen está en su dimensión corporal o material. No es posible que el individuo solo pueda satisfacer sus más elementales necesidades. La sociedad ha de proporcionar a cada ser humano las condiciones para vivir y desarrollarse; es decir, resulta necesaria para la integridad y para la realización de las personas.Podemos concluir de lo anterior que la sociedad debe ofrecer a los individuos un conjunto de posibilidades de desarrollo. A esto se le llama bien común. Se trata del fin mismo de toda sociedad. No está constituido por la suma de los bienes individuales o particulares ni por los bienes públicos, comunes a todos.

El fin de la sociedad no es el bien particular ni el conjunto de bienes individuales de las personas que la constituyen. Esta concepción contiene el peligro de un individualismo a la vez que de un colectivismo, ya que la sociedad podría respetar la libertad individual sin límites o proponerse como finalidad brindar a todos ciertos bienes controlados por el gobierno. No basta que los ciudadanos gocen de los bienes y servicios de utilidad pública o interés nacional, ni de buenas finanzas del Estado, ni de seguridad nacional, ni buenas leyes y costumbres, ni de sabias instituciones y tradiciones ni de una gloriosa historia nacional.

“El bien común comprende sin duda, todas esas cosas, pero con más razón otras muchas: algo más profundo, más concreto y más humano; porque encierra en sí, y sobre todo... la integración sociológica de todo lo que supone conciencia cívica, de las virtudes políticas y del sentido del derecho y de la libertad, y de todo lo que hay de actividad, de prosperidad material y de tesoros espirituales, de sabiduría tradicional inconscientemente vivida, de rectitud moral de justicia, de amistad, de felicidad, de virtud y de heroísmo, en la vida individual de los miembros de la comunidad, en cuanto todo esto es comunicable, y se distribuye y es participado, en cierta medida por cada uno de los individuos, ayudándoles así a perfeccionar su vida y su libertad de persona” (Maritain). El bien común está constituido por todo aquello de lo que pueden todos beneficiarse como personas humanas, desde el respeto a la vida y a la propiedad, pasando por los servicios educativos, hasta todo lo que le posibilita una existencia dignamente humana.De este modo, el bien común fraterniza a los individuos de una sociedad, convirtiéndolos en personas dentro de una comunidad donde pueden vivir, sobrevivir y desarrollarse, según las exigencias del ser humano tanto materiales como espirituales.


Formas Y Unidades De Organizacion Social



Desde casi los comienzos de la antropología los investigadores han intentado clasificar las sociedades según como estaban organizadas. Los evolucionistas armaron cuadros evolutivos a fin de comprender cómo fueron cambiando las formas de organizarse delos pueblos hasta llegar a los grandes estados actuales. Algunos de los autores más importantes en estos estudios fueron Morgan, Service y Fried. Morgan par realizar sus clasificaciones se basó en los adelantes tecnológico. Cada uno de estos estudiosselecciona un atributo como indicativo de un estado general, que sirve para hacer la división. Esta es una de las principales críticas que recibem ya que la ocurrencia de un solo atributo es asumidad como la evidencia de un conjunto de características que definen al tipo ideal.Estas tipologíashan sido muy criticadas pero no debemos olvidar que para comprender y estudiar los fenómenos debemos colocar cierto ordenamiento a los mismos,es decir, cierta clasificación. El problema radica cuando en nuestros estudios el último fin son formar tipologías descriptivas sin arribar a una explicación de los fenómenos. Esdecir, clasificar, ordenar pero luego explicar. Esta última postura sería la ideal. En este sentido las tipologías sólo son una herramienta para analizar y organizar las ideas y no elúltimo fin de la ciencia. Queda por resolver una cuestión central en antropología: por qué algunas sociedades pasan de un estado a otro y otras no. Para poder estudiar los diferentes pueblos es conveniente comenzar por estudair la escala de la sociedad, la unidad social.Esto es importante ya que cada tipo de sociedad va a requerir técnicas y métodos de estudios diferentes. Una de las clasificaciones más conocidas es la realizada por Service.

Las sociedades pueden organizarse en (no significa que todas las bandas tengan siempre las mismas características necesariamente).

Bandas

Sus características pricipales son las siguientes:

  • Formadas por menos de 100 individuos.
  • Su organización social es igualitaria con un liderazgo informal y efímero.
  • En su economía son cazadores recolectores itinerantes.
  • Presencia de chamanes.
  • Los parientes están vinculados por matrimonio y descendencia.
  • No están divididos en clases, sin diferencias económicas o de status.
  • Los únicos segmentos efectivos son las familias o el grupo familiar.
  • El medio de integración de estos grupos es por medio de lazos de parentesco y el matrimonio.
  • Se asigna el trabajo. (división del trabajo) según criterios de edad y sexo.
  • Ejemplo: Bosquimanos.

Tribus

Número de miembros que forman una banda en el orden de miles.

  • Se organizan en clanes. Éstos son unidades con tenencia de la tierra o de propiedades.

  • Pueden existir asociaciones generales o sociedades fraternales.

  • Economía agrícola o pastoril con especies domesticadas.

  • Sedentarismo. Poblados permanentes. Todos los asentamientos iguales, sin llegar ninguno a tener dominio sobre los otros.

  • Cierta especialización artesanal.

  • Ancianos con funciones religiosas.

  • Ceremonias religiosas regulares.

  • Santuarios y centros rituales en los cuales se reúnen los grupos.

Jefatura


Número de miembros que forman las jefaturas entre 5.000 y 20.000.

  • Jerarquías basadas en el parentesco con un líder cuyo rango es hereditario.
  • Los jefes pueden tener un origen divino que legitima el derecho a exigir tributo y sostenimiento por parte de la comunidad.
  • Los miembros de rango superior refuerzan su status con bienes suntuarios.
  • Acumulación de bienes y redistribución de los mismos, lo que está posiblitado por un excedente.
  • Ciertos especialistas, como los artesanos, pero sin establecerse en una clase. determinada.
  • Centros rituales.
  • Algunos núcleos fortificados.
  • Presencia en los asentamientos de un núcleo primario con funciones políticas, económicas y religiosas esenciales, centro de la acumulación y el almacenaje desde donde se administran y redistribuyen. Centro donde se instala el líder y su familia, y otros jefes menores.
  • Asentamiento más importante como centro de poder con numerosos templos y residencia de jefes y artesanos.
  • Cierto sistema de registro para contabilizar el excedente almacenado.
  • Especialistas religiosos. Complicados rituales.

Estado

Formados por más de 20.000 individuos.



  • Jerarquías basadas en clases sociales.

  • Ejército permanente. Actividades bélicas y enfrentamientos.
  • Rey o emperador como cabeza del estado.
  • Burocracia centralizada.
  • Recaudación de tributos.
  • Poderosa estructura económica con intercambio recíproco y redistributivo.
  • Mercados.
  • Economía controlada por una elite con acceso preferencial a los bienes y servicios.
  • Codificaciones de leyes. El delito es visto como un daño contra el estado y por lo tanto se imponen castigos.
  • Presencia de asentamientos en grandes ciudades y urbes. Jerarquías de asentamiento muy acusada.
  • Obra de ingeniería como carreteras, canales para el regadío, puentes, etc.
  • Clase religiosa o sacerdotal.
  • Presencia de una religión estatal.
  • Ejemplo: Aztecas, Incas, Egipto.


La Empresa Como Lugar De Interez Etico

Un empresario planifica, programa, ordena, vigila, controla, coordina,... Todo esto no lo hace solo. Lo que hace es, pues, dirigir personas para que hagan cosas, para que cambien la realidad. No estudia: hace y, sobre todo, hace hacer. Y no sólo una vez, sino muchas veces, cada día: dirige hombres y mujeres para la acción a lo largo de largos períodos de tiempo, en la bonanza y en la adversidad, para entrar en otro mercado o para evitar una opa, para cambiar el equipo físico o para sortear una suspensión de pagos. ¿Puede un empresario o directivo inmoral llevar a cabo esa tarea de dirigir personas, en proyectos a largo plazo, en circunstancias muy cambiantes, con éxito? Pero, ¿cómo se mide el éxito? Primero, por la cuenta de resultados. O, como dicen ahora –sobre todo después de las polémicas sobre las stock options-, por la maximización del valor de la empresa –es decir, del valor de sus acciones.

Reformulemos, pues, nuestra pregunta:¿puede un empresario o directivo inmoral obtener beneficios abultados en su empresa y maximizar su valor en bolsa? La respuesta inmediata es sí, sin duda. Si no, que se lo pregunten a los capos de la mafia o a los narcotraficantes. Pero, ¿puede un directivo inmoral conseguir que su empresa sea una gran fuente de beneficios en un plazo largo de tiempo o, por decirlo con una expresión cursi, con vocación de eternidad? La respuesta ya no es tan obvia, porque eso implica crear un equipo humano, integrarlo, ilusionarlo, desarrollarlo, para que adquiera unas capacidades competitivas propias, para que las ejercite y desarrolle, manteniendo la unidad del equipo a lo largo del tiempo. ¿Puede hacer esto un directivo deshonesto, sinvergüenza, estafador, mentiroso, defraudador,...? Parece que no. Claro que esto nos recuerda que no hemos definido qué es un empresario o directivo inmoral –y ya se ve que no es un tema sencillo.

Claro que tenemos contra nosotros el peso de la evidencia, porque, por ejemplo, también las mafias sobreviven durante muchos años quizás porque usan la violencia para mantener su unidad (el que se mueve no sale en la foto), o quizás porque desarrollan algunos valores – compañerismo, lealtad, espíritu de equipo,...- capaces de cementar la unidad durante algún tiempo... Demos un paso atrás: ¿cómo se mide el éxito de una empresa?, nos preguntábamos. Si sólo se mide por el beneficio, ya se ve que hay bastante margen para la inmoralidad, siempre que no sea elevada, creciente y dominante. Y si la empresa se ve sólo como un grupo de accionistas que van pagando a directivos y empleados para que hagan las cosas, no hace falta mucho más –y no faltan negocios que responden a esa imagen.

Pero si la empresa es un equipo de hombres y mujeres, ya no bastan los elevados beneficios, ni los sueldos multimillonarios, ni siquiera las stock options, para que el equipo funcione como una unidad, para que se motive continuamente –el poder motivador del dinero puede ser elevado, pero no deja de ser limitado-, para que aprenda a hacer cosas nuevas, para desarrollar actitudes más positivas,...

Todo esto se puede conseguir, al menos aparentemente, con la apariencia de la ética. “El secreto del éxito está en la honestidad y la equidad en el trato. Si eres capaz de fingirlas, ya lo has conseguido” –famosa frase que he encontrado atribuida a Groucho Marx y a Mark Twain (la traducción, libre, es mía). Pero sólo preocupándose de verdad de los demás (por ellos mismos, no por la cifra de ventas), ayudándoles a desarrollarse como personas (por ellos mismos, no por el “buen ambiente” en la fábrica), sirviendo a los clientes y proveedores (sin dejarse tomar el pelo por ellos, claro, pero tampoco sin poner la cuenta de resultados por delante), acaba generando aquellas actitudes, valores y virtudes que, en definitiva, son capaces de arrastrar a otros y moverlos para una tarea común: para hacer cosas, cambiando la realidad y obteniendo resultados, a largo plazo, con vocación de eternidad, haciendo algo que sentimos que vale la pena y que nos llena de sano orgullo. Que eso es dirigir empresas.

Ser ético no consiste en obedecer a unas reglas externas de naturaleza religiosa, filosófica, política o sociológica, sino ser eso que acabo de describir. Y eso es ser también un buen directivo –siempre que, además, se sepan tomar las decisiones correctas en estrategia, marketing, finanzas, etc. A diferencia del artista, lo que hace un buen directivo no queda en las cosas –en la piedra, en la tela o en el papel-, sino en las personas: en las de sus colaboradores, empleados, clientes y proveedores y, sobre todo, en la suya, que va siendo capaz de hacer nuevas cosas, más cosas, mejores cosas, porque ha adquirido virtudes que se lo van facilitando. Y eso aunque se equivoque, aunque a veces parezca inmoral -¡qué difícil es juzgar con justicia a los demás!

Moraleja: ser ético es necesario para ser un buen director de empresa. Sin ética se puede ir trampeando, incluso durante mucho tiempo. Con ética, las cosas se ven de otro modo: se ve la cuenta de resultados, y las personas, y la unidad, y la misión, y las capacidades distintivas,...: pero “otra” unidad, “otra” misión, “otras” capacidades, que permiten llegar más lejos.
Los Problemas Eticos Derivados De La Racionalidad Y La Eficiencia

La racionalidad implica, de manera general, adecuar los medios utilizados a los fines y objetivos que se desea alcanzar. En la teoría de la burocracia esto significa eficiencia. Una organización es racional si se escogen los medios más eficientes para lograr los objetivos deseados, aunque sólo se tienen en cuenta los objetivos organizacionales y no los individuales. Sin embargo, el hecho de que una organización sea racional no implica que sus miembros actúen de manera racional en lo que se refiere a sus aspiraciones y objetivos personales. Por el contrario, cuanto más racional y burocrática se vuelva la organización, más automáticamente trabajan sus miembros actuando como simples engranajes de una máquina. La racionalidad se logra mediante la elaboración de reglamentos que sirven para dirigir el comportamiento de los participantes en la búsqueda de la eficiencia. La racionalidad está ligada a los medios, métodos y procesos con los cuales la organización considera que alcanzará determinados fines o resultados. La racionalidad es compleja y puede abarcar múltiples aspectos. La organización procura satisfacer simultáneamente lo relacionado con su racionalidad legal, técnica, económica, social, política, etc. Toda organización debe considerar la eficiencia y la eficacia de manera simultánea. La eficacia es una medida normativa para alcanzar resultados; la eficiencia es una medida normativa para la utilización de recursos en ese proceso.
Diferencias Entre Eficiencia Y Eficacia
Eficiencia
  • Énfasis en los medios.
  • Hacer las cosas correctamente.
  • Resolver problemas.
  • Salvaguardar los recursos.
  • Cumplir tareas y obligaciones.
  • Capacitar a los subordinados.
  • Conservar las máquinas.

Eficacia

  • Énfasis en los resultados.
  • Hacer las cosas correctas, Lograr objetivos, Utilizar los recursos óptimamente.
  • Obtener resultados.
  • Proporcionar eficacia a los subordinados.
  • Máquinas disponibles.

Se debe tener en cuenta que la eficiencia y la eficacia no siempre van de la mano. Una organización puede ser eficiente en sus operaciones pero no eficaz, o viceversa, puede ser ineficiente en sus operaciones y sin embargo ser eficaz, aunque seria mu-cho más ventajoso si la eficacia fuese acompañada de la eficiencia.

  • Posibles relaciones entre eficiencia y eficacia
  1. Eficiencia y Eficacia Bajas: Escasa recuperación de la inversión, pues los recursos no se utilizan bien; Dificultad para lograr los objetivos empresariales.
  2. Eficiencia elevada y Eficacia Baja: Alta recuperación de la inversión, los recursos se utilizan intensiva y racionalmente; Dificultad para lograr los objetivos empresariales.
  3. Eficiencia Baja y Eficacia Elevada: La actividad operacionales deficiente y los recursos se utilizan precariamente; Se alcanzan los objetivos empresariales, aunque el desempeño y los resultados pudieran ser mejores.
  4. Eficiencia y Eficacia Elevadas: La actividad se ejecuta bien. Las cosas se hacen bien al menor costo, en el menor tiempo y esfuerzo; La actividad entrega resultados productivos para la empresa, se ejecuta de manera estratégica y táctica para la obtención de los objetivos deseados.

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